En realidad, no hay un "no" absoluto. Cada individuo es un mundo en sí mismo, aprendiendo a su propio ritmo y en función de las herramientas que tiene a su disposición. A través de mi experiencia personal, he llegado a conclusiones basadas en numerosas experiencias personales y relatos de miembros de la comunidad.
No exite un NO absoluto
He presenciado en primera persona situaciones que definitivamente evitaría en el futuro, debido a errores que cometí en el pasado y de los que tuve la oportunidad de aprender. También he aprendido de las experiencias de otros, lo cual también es saludable ya que te ofrece una perspectiva y contexto interesantes.
Ahora, empezaré con mis propias experiencias. Una de las cosas que admito no haber manejado correctamente fue forzarme a salir con chicos. No creo que la presión social me afectara, pero en mi cabeza, la inexperiencia alimentaba muchas reflexiones. Por ejemplo, me decía a mí misma que probablemente estaba con una mujer porque no había tenido la oportunidad de estar con un hombre. Otra justificación era que no había encontrado al hombre con el que quería estar y, por lo tanto, optaba por estar con una mujer. Creo que eran solo excusas para no salir completamente del armario.
Ahora, sobre por qué me arrepiento de esto. Personalmente, creo que esto solo me dejaba algo vacía, no me satisfacía salir con un chico tras otro. Además, y más importante, solo pensaba en mí y no en las personas con las que salía, no consideraba cómo podría afectarles.
Hubo un par de ocasiones en las que lastimé a chicos al darles la impresión de que podríamos tener un noviazgo, y luego de repente les decía que ya no quería salir con ellos. Para mí era fácil porque nunca sentí nada por ellos, ni siquiera había mucha atracción física. Pero para ellos, la desilusión era dura, aunque eso es otro tema y poner expectativas en alguien más no es realmente saludable. Lo que sí sé es que no tuve responsabilidad emocional y es importante no solo pensar en uno mismo y ser egoísta, sino también considerar a los demás.
Otra cosa de la que me arrepiento, también basada en el miedo, es haber alejado a una persona que me gustaba por miedo a estar con ella por ser mujer, y de alguna manera pretender frente a ella que no me gustaba y que me atraían los hombres. Creo que esto también es común y muchas personas han pasado por ello. Todo se resume en el miedo, en el miedo a exponer completamente la vulnerabilidad de ser parte de la comunidad LGBTIQ+. Al final, volvemos a lo mismo.
Terminas más confundida, desubicada y pierdes la oportunidad de conocer a alguien increíble por inseguridades.
En mi caso, no estuve meses saliendo con alguien fingiendo ser heterosexual, lo más que duré saliendo con una persona del sexo opuesto fue un par de meses. Sin embargo, ahí viene un punto muy serio desde mi punto de vista, que es no solo estar con una persona sabiendo que eres gay, sino comprometerte, tener hijos, casarte con esa persona. He escuchado historias de personas que están en una relación y se enteran que su pareja sale con alguien más del mismo sexo o después de casados se dan cuenta que su matrimonio es tan insalubre que termina en divorcio.
También quiero mencionar que muchas mujeres que se casan con hombres gays a veces no quieren aceptar la realidad. Es decir, no tienen intimidad, notan comportamientos extraños en su pareja pero deciden quedarse porque es más cómodo no vivir plenamente que ser juzgados por la sociedad, sin justificar el hecho de que su esposo o novio tuvo que enfrentar su orientación sexual fingiendo ser alguien que no es.
He escuchado historias de personas gays o lesbianas que deciden terminar su matrimonio y su pareja los amenaza con revelar su orientación sexual no solo a sus padres, familia y sociedad, sino también a sus hijos, en caso de que los haya. Esto nos lleva a nuevos temas a analizar, ya que bien manejado, puedo asegurarles que los hijos sufrirán más en una familia disfuncional llena de engaños, que en una familia que decide separarse y corregir errores.
Otro error que se comete es sin duda ser el amante de un hombre casado con una mujer, o viceversa. En las parejas heterosexuales también se dan muchos casos, sin embargo, es muy común sobre todo en hombres gays casados con mujeres, hombres que buscan satisfacer su deseo sexual fuera de casa porque en casa es imposible. Entonces estas personas llevan una doble vida, ya sea buscando trabajadores sexuales o manteniendo dos parejas a la vez.
A veces, salir del armario resulta más perjudicial y se convierte en un proceso extremadamente complicado de superar, si es que la familia lo supera. Por eso considero que salir del armario, además de ser un acto de valentía, es un acto de reflexión. Es decir, de crear una estrategia por si algo sale mal. A lo que me refiero: a veces, la gente sale del armario sabiendo que tiene todas las de perder, con familiares homofóbicos, sin apoyo económico, sin un trabajo o fuente de ingreso, y al ser expulsados de sus hogares no tienen medios para subsistir.
Si una persona va a salir del armario, debe hacerlo con un Plan A y B, e incluso un Plan C.
Porque muchas veces de esto dependerá el futuro de la persona. Sin duda, escribiré más ampliamente sobre este tema. Pero si no eres capaz de mantenerte en caso de que tu familia te eche de casa, te aconsejaría que lo pensaras un par de veces.
Otro error que cometemos como comunidad LGBTIQ+ es que no nos conocemos como comunidad. Nos pasamos creando nuestros propios estereotipos, juzgándonos y criticándonos entre nosotros mismos. Entre lesbianas, ya sea porque eres femenina o masculina, que si las lesbianas no nos llevamos bien con los gays, que si las mujeres trans no nos representan.
No sabemos respetarnos, tampoco sabemos utilizar un lenguaje adecuado al referirnos a orientaciones sexuales e identidades de género. No conocemos términos, ni leyes, y queremos que otros nos respeten y nos entiendan, sin nosotros mismos hacerlo. ¿No les parece incongruente?
Si tienes algunos otros "no" que deberíamos evitar en la comunidad LGBTIQ+, compártelos conmigo.
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